POEMA DE GUSTAVO TISOCCO
Llegas a mi costa desamparada.
Tu oleaje firme me estremece.
Un cielo naranja e inhóspito
y la muerte que acecha.
Espuma burbujeante es tu sendero
y un sonido tenue
es la brisa en mi rostro.
Llegas a mi costa
te estaba esperando.
Llegas a mi costa desamparada.
Tu oleaje firme me estremece.
Un cielo naranja e inhóspito
y la muerte que acecha.
Espuma burbujeante es tu sendero
y un sonido tenue
es la brisa en mi rostro.
Llegas a mi costa
te estaba esperando.