POEMA Y VOZ DE ELISA DEJISTANI "HAMACARSE EN GRANADA"

lunes, 13 de junio de 2011

ESPACIO DE LOS POETAS INVITADOS JUNIO/JULIO DE 2011




FELIZ DÍA DEL ESCRITOR!



POEMAS DE IRENE MARKS






PARA EL ADVENIMIENTO




“Día y noche están el follaje o la niñez abiertos
sobre una blanca mano por la estrella del bien.
Día y noche y sol de espesura en una tierra alargada
hacia el sur por verse mágica”Elida Manselli




Seremos el edén y la palpitación el infinito –
oh carne de la luz, cuerpo sin límites,
Danzaremos el túnel del dolor atravesando las cuchillas de


los molinos moledores de huesos, procrearemos bestias


amarillas,
Y habrán de caer montículos de sal y colinas de azúcar por


las hendiduras de sus ojos para que el tiempo cese,
por que toda latitud se recomponga.
Y en los ríos de Luna, las hogueras de Sol nos alzaremos


hacia todas las cosas en desnudez perpetua, animales de


vida, savia de la corteza, hierba, raíz, escarabajo azul en la


herida del viento
Hundiremos la llave en el rostro del pan despertando a los
muertos, vibrando sin palabras como saben hacerlo las


nubes y las pieles y las rocas sin nombre .
Extendámonos con los brazos abiertos sobre el cruce de


todos los caminos – como estrellas partidas descargando


andanadas de luz que en sueños nos penetra –
liberemos el flujo de la luna – caigamos como fuego en las
cenizas, antorchas nuestras venas, partículas del Sol, vivas
constelaciones forjadas con la muerte de los hielos
en feroz destrucción de los glaciares que no quieran fluir
en la corriente
del edén que será sobre la Tierra con la
participación del infinito.




TIERRA DE INMORTALES




Aún recuerdo que condenado a muerte cayó el día .
Oigo la tempestad de los solos océanos – la lluvia de los


blancos equinoccios gotea en la vasija gestadora de vientos


– Oh ,terminar la senda para abrir un orificio negro en la


mirada de la pantera muerta – y
al caerse de bruces por huella que se inicia desde un charco


de sangre apartar el camino
si no lo señalara en el cruce el pájaro de siete colores
Y sentir esa flor que entra en la carne, esa hoja que en la


espalda circula, el viento que respira por los ojos,
oh seguir el ritmo de las constelaciones de la tierra,


inspirar, y en su entraña marrón ir palpitando fuego
en la raíz de todo lo que existe
– convertirse en llamarada turbia – Guatemala camino de


Nepal abrir los ojos, despertar a las puertas del templo de


la Madre Sombría en medio de la selva
Y un beso silencioso ha de temblar en la corriente oscura


del planeta para parir un Sol que no se apague día y noche


fundidos en el instante eterno donde
va la corriente de los árboles flores
aguas aires de todos los planetas
y los hombres en ella como
espigas vasijas inmortales