POEMA Y VOZ DE ELISA DEJISTANI "HAMACARSE EN GRANADA"

domingo, 24 de mayo de 2009

POETAS INVITADOS MAYO 2009


POEMAS DE IRENE MARKS



Al rato de nacer se hicieron uno con el ritmo de la


tierra, creciendo al tiempo del aguaribay, al compás


lento del sauce grande, aquel sauce que acariciaba


con sus brazos ramas la orilla del río ancho.Sus


oídos estaban abiertos a escuchar los secretos de la


naturaleza. Los grandes secretos eran arrancados al


viento por los árboles, y éstos se los daban al agua”


Pablo Solís


NEGRA DIOSA BLANCA




Hoy hubiera sido un buen día para hablar con Diosa Blanca.


Pero el horizonte se crea también con los propios huesos


apilados hasta el último montículo de la flota naciente.



La Diosa Blanca emite sus señales – son pequeñas y queman


en los ojos de los amantes de la soledad-



La Diosa Blanca canta desde lámparas arrojadas al mar por


peligrosas- la lluvia roja suena con mensajes de guerra en los timbales del corazón.


La Blanca Diosa ha de llamar con piel de medianoche, ha de


tocar el centro de la furia con suavísima boca de endecha


derretida en milagros.



La Diosa Blanca es mulata de barro, semilla derramada sobre


tierra que llama su calor de vasija- la Negra Diosa Blanca


pulsa los ojos de los gatos, cubre su lisa piel con la caricia de los


tigres, pero sueña


con trovador de viento


con el que abre la puerta de una lengua perdida


en música de estrellas.



Ráfagas azotan las murallas de piedra.


La Diosa Blanca quita los barrotes que separan el día de la


noche.


Entonces la ventana deja pasar los largos cabellos negros del


trovador maléfico y hermoso, encantador de lunas, rey de


piratería que conduce la fragata del viento, camino deshojado


en las horas del Sol, tierra tras tierra en las alforjas de camellos


que conducen la estéril caravana de parias, los que añoran la


luz de Diosa Blanca


cuando ella


fundida con el Sol,


hacía brillar el centro del círculo de piedras


en imanes blanquísimos


Y danzaba la tribu


invocando su nombre:


Blanca Diosa hecha mano de Sol – llena de pieles,


vegetal en la savia, Diosa Verde,


Diosa Roja en el túmulo de cada sacrificio,


marrón entre los últimos resplandores de otoño.


La Diosa Blanca es Oro que se filtra


desde las altas ramas de los bosques


Y sonríe, misterio que se vuelca, fuerza viva


que enciende


la carne de los hombres.




VISIONES EN EL VALLE DEL SILENCIO



Escribo una carta donde comienza el sur.


Ya no regresaré. Es medianoche.


Por eso anoto aquí las primeras señales del camino.


Había un pino y un álamo y una senda muy blanca contra el verde.


Después llegó el rostro marrón y enjoyado del toro.


Había burbujas en su curtida superficie brillosa


y un anillo


para pasar al otro lado.


Ah no tengas miedo ahora que ya no se regresa.


Estalla el rosado violento contra azul de meteoros,


y pájaros geométricos sobre muy blancos árboles


y arcos de luna extendidos en horizontes índigo.


Oh violento es el azul como una llamarada que asoma


tras los troncos que crepitan


Este es otro Universo donde los pájaros cambian nuevamente de


formas,


ahora son blancos con las alas moteadas de las mariposas,


y sus cuerpos rosa furioso.


Oh, extínguete en la luz:


Cuando cierras los ojos ya no hay sombra


sino haces amarillos


que se tornan difusos.


Y el Sol ha entrado en ti hasta el último sueño.


No hay regreso


después de atravesar el Mar de Pasto.




ONGAMIRA: PALABRAS DE LA ROCA



Las palabras de la roca son


LEVA MANJÁ


Y hay una apertura triangular


y allí penetra el río


y se entra en la cueva:


se ve llegar la sombra que conduce la barca


y allí arrojan las blanquísimas flores


para la travesía:


LEVA MANJÁ


Soy el barquero y la sombra, penetro, estalla la luz-


Arcos Cegantes – La otra zona es una montaña de grandes


dedos de Sol por detrás de la cueva


LEVA MANJÁ


Y tuve que partir cuando estallaba la luz – trozos de luz sólida


como dedos del cielo.


Por detrás de la cueva, por el río se llega a la zona de los Colosos


y los Templos Inconmensurables, donde el aire


canta con sonido de estrellas aún al mediodía.





ONGAMIRA II




Sobre la roca edifiqué mi casa


Y era en tiempos de tribu.


(las palabras son llaves para abrir una puerta– mi casa aún está allí.)



Esto te digo – todo sigue en el fondo de la oscura montaña,


detrás de siete puertas que apenas se deslizan


Donde el Sol no está muerto,


vela la roca el Valle de los Altos Colosos


– cuando el silencio canta en Ongamira.





SÍNTESIS BIOGRÁFICA



Irene Marks, Buenos Aires , 1953. Profesora de Castellano, Literatura y Latín. Profesora de Inglés. Auxiliar de enfermería en hospitales geriátricos.

Residió en Europa y los Estados Unidos. Viajó por las selvas y montañas del continente americano. Sus lugares preferidos son la Ciudad de Tikal en Guatemala y Ongamira, último refugio comechigón en la provincia de Córdoba, Argentina.


Concurrió al taller de Simón Kargieman durante los años 1981-1988.


Formó parte del grupo El Cañón Oxidado, junto con Carlos Giovanola, Horacio Laitano, Eduardo Birabén, Hugo Toscadaray y Zulma de Marco.





Obra publicada:



1982, Presencias, Ediciones Kargieman, género poesía

1984, La Hermandad Galáctica, Ediciones La Lámpara Errante, Género poesía

1988, Plaqueta en Las Hojitas del Sr.Quq, publicadas por el poeta Horacio Laitano

2004, Hoja de poemas en Las Hojitas del Sr. Quq, Segunda Época

2005, publicada en Antología Homenaje a Silvina Ocampo , editorial de los Cuatro Vientos; género Narrativa

2006, publicada en Antología Editorial Andrónico, género Narrativa

2006, publicada en Antología Concurso Internacional Número XIII, editorial de los Cuatro Vientos, Narrativa y poesía.

2008, publicó junto con Zulma de Marco , artista plástica , un poema en el Encuentro de Poetas y Artistas Plásticos organizado por el grupo ALEGRIA:

2009- En abril se publicó su libro ORIGEN, Ediciones Patagonia, género poesía.



Cuenta con obra inédita en poesía, narrativa y novela.