POEMA Y VOZ DE ELISA DEJISTANI "HAMACARSE EN GRANADA"

jueves, 13 de marzo de 2014

ESPACIO DE LOS POETAS INVITADOS MARZO/ABRIL 2014


 

EN TORNO A LA OBRA DEL POETA


MIGUEL VEYRAT MIEMBRO DE


LA CITA ES EL POEMA

 

Semblanza crítica: Semblanza

 

La fraternité, ce n'est pas seulement donner ce que
l'on a, c'est avant tout offrir ce que l'on est.
(Marie de Solemne)

De Miguel Veyrat (Valencia, 1938) se conocen las verdades más trilladas, como que fue un gran reportero y columnista político en España, crítico activo contra el franquismo, y posteriormente uno de los corresponsales más aplaudidos en el extranjero. También que, de hecho, cuando se encontraba en los años 70 en París con su ex mujer la poeta Clara Janés y su hija Adriana (hoy en día una escultora de éxito), participó activamente en los medios políticos e intelectuales exiliados en la capital francesa que luchaban para hacer posible la llegada de la democracia. A su regreso, desde sus numerosos cargos periodísticos contribuyó a la liberación de la prensa escrita y los medios audiovisuales en España.

Pero todos estos acontecimientos, mediatizados por el oficio de periodista y las agitadas vueltas y revueltas de la vida personal de este poeta, han hecho que su obra no haya llegado adecuadamente hasta el lector contemporáneo antes de principios del siglo XXI, lo que sucedió a partir de la publicación en 2002 del hermoso libro La voz de los poetas. Miguel Veyrat iba a nacer en ese momento a la auténtica crítica literaria. Una pregunta cruzaba por entonces la mente del lector: ¿había publicado este poeta antes de 2002? La respuesta afirmativa llevaba entonces al descubrimiento de publicaciones muy anteriores, como Coplas del vagabundo (1959), Antítesis primaria (1975), Aproximática (1978), Adagio desolato (1985), Edipo en Chelsea (1989), El corazón del glaciar (1990), Última línea rerum (1993), Elogio del incendiario (1993), Contraluz (1996) o Conocimiento de la llama (1996). Era cierto: existían libros publicados, pero el concepto pleno de una obra en marcha llegó con la madurez del poeta, cuando se liberó de las garras del mundo periodístico y sufrió un mal que trivialmente se suele llamar depresión, y que en el caso de Miguel Veyrat constituiría el nacimiento de un genio literario preocupado por entender «la inasible fraternidad». Ese concepto que nos brinda la filósofa Marie de Solemne y que nos conviene a la perfección para entender la trayectoria de la escritura de Miguel Veyrat.

Efectivamente, lo que persigue con ansiedad este poeta es el deseo de trascender la indeterminación de ser un humano digno de ese nombre, sin renunciar al limpio compromiso del intelectual, que radica en avanzar continuamente en el conocimiento de los demás y de sí mismo. La poesía de Miguel Veyrat retoma entonces la ruta del origen del pensamiento humano, recorriendo las Fronteras de lo real (2007): un libro en el que late su espíritu crítico advirtiendo a su lector de los pasos fracasados del entendimiento humano, cuando este sólo se plantea la verdad a través del acto político o religioso, ya que entonces logra aniquilar y adormecer las conciencias corriendo el riesgo del perenne naufragio del vivir en paz. Así lo denuncia en Babel bajo la luna (2005), donde la vuelta al mito de Babel nos coloca ante la pregunta de qué es entender al otro. ¿Se trata acaso de seguir las disonancias entre las lenguas y las culturas, según el dogma impuesto de la maldición y de la dispersión? Un planteamiento que va vinculado a los demás y a la relación con ellos para ahondar la latitud, se nos aparece en la antología Desde la sima (2004): ¿cuándo empieza la salida del mundo? ¿Con el albor de la muerte? Será cuando el camino de la soledad empiece a constituir una «gracia» -en el sentido en que contrarresta la pesanteur de la que hablaba Simone Weil o el cristal de aliento querido por Celan; la transparencia, en suma-, porque se establece con y frente a uno mismo (Instrucciones para amanecer, 2007). Este arranque también conjuga sus raíces con el paradigma del «guía» de María Zambrano, filósofa disidente de toda idea de sistema y que intuyó previamente al contagio intelectual de la era lingüística de la segunda mitad del siglo XX, penetrada del convencimiento de que no hay otra realidad que se nos pueda dar fuera de la escritura: «Más allá de las circunstancias que circundan el horizonte se llama al que busca el conocimiento, que es simplemente el que no abandona, el que no suspende el sentir originario, el que no desoye ni desatiende la presencia no objetiva de algo, de un centro que a sí mismo y a su contorno trasciende» (Los bienaventurados, 2003).

Mas Miguel Veyrat, gran lector de esta filósofa y autor de «María Zambrano o la continuidad filosófica» -prólogo que abre el libro de José Luis Abellán María Zambrano, una pensadora de nuestro tiempo (2006)-, no busca en cambio ninguna razón poética que enmarque o justifique su trabajo lírico, porque como poeta está convencido de que ese inasible de la palabra solo se ofrece mediante la entrega de la palabra misma, que en su ascenso o descenso se convierte en lágrima o en latido, en perfil de un rostro humano que vaga por el ritmo en busca de un entendimiento de sí: «el del último límite». De ahí el acierto crítico de Miguel Veyrat al reeditar lo que fue primero una alabanza en Elogio del incendiario (1993), y que hoy se convierte y asienta -en visión crítica desde la raíz del poema- en fuente de conocimiento: El incendiario (2007). Esta reedición pulida aclara de nuevo al lector la meta de la vida en la obra de Miguel Veyrat, que yo calificaría aquí con un título de Cioran: Soledad y destino. Una soledad que no renuncia al diálogo ni con los muertos ni con los vivos, presenciando ese albor que raya la vida y a la vez la impulsa a seguir siendo no un renuncio, sino un deseo de amor y de fraternidad, en el que esta palabra signifique un desafío moderno: «La fraternidad no es sólo dar lo que se tiene, es ante todo ofrecer lo que uno es» (Marie de Solemne).

En esta entrega hemos de leer y considerar la escritura de Miguel Veyrat sólo en su fluir de palabras que nos conmueven y despiertan misteriosamente nuestro sentido crítico, a través de múltiples diálogos de las culturas con voces maestras de poetas españoles y extranjeros, de filósofos, de pensadores que van hilando la travesía de la indeterminación de ser, esa frontera de la realidad por superar siguiendo el incendio y combustión de la «brasa» en el poema «A zaga de tu huella»:

En la aurora

Extrema brasa

Dueña de su aliento
Y de su ruta:
Como luz
Primer ardor del día
Claridad que canta
Cruza la palabra.
El estruendo
-A la alondra
Sorprendida-
Acribilla y mata.


Y el ardor del día inicia a la instrucción de un amanecer, el de aquel «Último límite»:

Torrente de luz

Se turba en la frontera,
Agua viva que no quiere
Confundirse en agua oscura:
Saltar de amor resplandeciente
A los áridos ríos de inerte corazón.
Cruza el puente un hombre solo
Con su callado terror.


Hemos de subrayar finalmente que Miguel Veyrat sazona su escritura poética comprometido con la traducción de poetas de lengua francesa. Esta labor le proporciona el hondo conocimiento del otro, de ese poète frère que renace en el idioma español. Recordemos, pues, aquí su tarea de traductor de Los pasos perdidos de Breton (1970), Pensamientos bajo las nubes de Philippe Jaccottet (2002), Antología fluvial de Jacques Darras (2006), Cinco cartas a Elena, también de Jacques Darras (2007), El amor al nombre de Martine Broda (2006) y los últimos poemas redactados en vida por esta investigadora y poeta, con el título de Deslumbramientos (2009).


Françoise Morcillo
Université d'Orléans




martes, 21 de enero de 2014

TRES POETAS SE DIERON CITA EN OTRA DIMENSIÓN

UN MODESTO TRIBUTO A LOS TRES



                                JORGE SMERLING
BUENOS AIRES 1957- 01/01/2014

HE NACIDO PARA VIVIR

He nacido para vivir
               muy solo,
como todas las cosas del universo
y aparearme por una ley de trampas de Belleza
y eterna continuidad de tantísimos simulacros.
               Soledad:
hazme volar simplemente como un ave feliz sobre la Tierra.
Y así, entonces, podré observar con mis ojos redondos
la otra parte del mundo
               donde Dios
sea igual que un barco amarrado a la esperanza segura,
y no como mis viejos párpados
                    que guardan tanta humillación.



REYNALDO URIBE

Reynaldo Vasco Uribe nació en Pergamino (Pcia. de Buenos Aires) el 27 de mayo de 1951, y residió en Rosario (Pcia. de Santa Fe) desde 1970.
FALLECIÓ EL 13/1/2014


Huellas

el viento
gira sus agujas,
borra
toda marca del camino

sopla
antiguos pasos
a ningún lugar…

deja la tierra
intacta
para esas huellas
que justifiquen
lo inmenso…


JUAN GELMAN
BUENOS AIRES 3/5/1930- MÉXICO 14/1/2014

Gotán

Esa mujer se parecía a la palabra nunca,
desde la nuca le subía un encanto particular,
una especie de olvido donde guardar los ojos,
esa mujer se me instalaba en el costado izquierdo.

Atención atención yo gritaba atención
pero ella invadía como el amor, como la noche,
las últimas señales que hice para el otoño
se acostaron tranquilas bajo el oleaje de sus manos.

Dentro de mí estallaron ruidos secos,
caían a pedazos la furia, la tristeza,
la señora llovía dulcemente
sobre mis huesos parados en la soledad.

Cuando se fue yo tiritaba como un condenado,
con un cuchillo brusco me maté
voy a pasar toda la muerte tendido con su nombre,
él moverá mi boca por la última vez.


miércoles, 15 de enero de 2014

HOMENAJE AL POETA JUAN GELMAN




CON GRANDE TRISTEZZA SONO VENUTA A CONOSCENZA DELLA
SCOMPARSA  DEL POETA JUAN GELMAN
ECCO IL MIO PICCOLO OMAGGIO

A 83 anni è morto in Messico il poeta Juan Gelman, ritenuto uno dei più importanti poeti di lingua spagnola.







Il poeta Juan Gelman è morto ieri in Messico a 83 anni. Di origine ebrea ucraina a quindici anni entro nella Federación Juvenil Comunista e iniziò a studiare chimica, che poi abbandonò. Fu confondatore del grupo di poeti Pan Duro, pubblicando il suo primo libro di poesie nel 1956. Si unì alla lotta armata in Argentina e venne messo in carcere in quanto appartenente al Partito Comunista, che, comunque, poi ha abbandonato in seguito.
Juan Gelman ha anche fondato il gruppo Nueva Expresión e la casa editrice La Rosa Blindada. Si è dedicato al giornalismo, ricoprendo diversi incarichi per Panorama, per il supplemento culturale La Opinión, per la rivista Crisis e il quotidiano Noticias.
Sotto Perón entrò a far parte delle Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) e poi entrò anche nel Movimento Peronista Montonero che lo inviò in Europa come emissario; in quel periodo avvenne il golpe militare in Argentina e Juan Gelman visse in esilio a Roma, Madrid, Parigi, New York e quindi Messico, lavorando come traduttore per l’UNESCO. Come ricorda Quotidiano Net:
Durante l’ultimo regime argentino, negli anni ‘70, i militari sequestrarono e uccisero il figlio ventenne, Marcello, e la moglie del ragazzo, Maria, la quale nel momento della ‘desaparicion’ era incinta di sette mesi. Mentre era prigioniera dei militari, la donna aveva avuto una bambina. Gelman iniziò quindi una lunga e difficile ricerca di quest’ultima. La “scoperta” della nipote avvenne nel 2000, quando lo scrittore riuscì a rintracciare in Uruguay la nipote in una ragazza 24/enne che era stata adottata da un poliziotto di Montevideo. Nella sua ricerca, Gelman ebbe il sostegno dei familiari e di numerosi intellettuali, tra cui Dario Fo, Gunter Grass e Derek Walcott.
Con la restaurazione della democrazia in Argentina, Gelman rientrò in patria nel 1988, pur stabilendo la sua residenza in Messico. Ha ricevuto numerosi premi, tra cui ricordiamo il Juan Rulfo nel 2000, il Reina Sofía de Poesía Iberoamericana nel 2005 e il Cervantes nel 2007.
In italiano le sue opere sono pubblicate da diverse case editrici, tra cui Guanda e Interlinea.







  
Ha muerto un poeta



Juan Gelman

“... ¿para qué sirve un poeta?

Sirve para darnos vuelta al revés, mostrarnos que la poesía es una manera de vivir y de morir, nos hace saber que sobre el puente del daño, el poeta y la muerte se acometen...”



Isidoro Blaistein

Fue ayer, 14 de enero, en México, el sitio que él había elegido hace veinticinco años para vivir, y también desde donde partió al país de las sombras y el silencio. No obstante, Juan permanecerá en nosotros como el creador de un nuevo lenguaje poético y un hombre que, sobre el dolor inenarrable que lo persiguió a lo largo de su existencia, desde su aporte sin precedentes a la literatura nacional nos deja su imagen de un ser humano integral, comprometido hasta sus raíces con la causa de los crucificados.



Aún recordamos una tarde de otoño de 1975, cuando en una entidad bancaria, su  Comisión Gremial Interna se solidarizó con los trabajadores de Villa Constitución, Santa Fe, avasallados por las fuerzas de la represión que prologaban así la tragedia en que nos hundió luego la dictadura en 1976. Y se concretó ese gesto solidario con un recital en la propia institución financiera, con la actuación desinteresada del grupo vocal “Folk 4” y la participación del músico Rodolfo Mederos con su bandoneón. El aporte de Juan Gelman, sin él saberlo, estuvo dado por la lectura, como cierre, de su poema “Mi Buenos Aires querido”, que pretendemos sea el que en esta oportunidad concluya la información que tanto nos duele, pero que nos incita a pesar de todo, a continuar en la búsqueda de una sociedad cada vez más libre, más democrática, donde la igualdad sea mucho más que una palabra. Como Juan lo soñó.





Mi Buenos Aires querido





Sentado al borde de una silla desfondada,

mareado, enfermo, casi vivo,

escribo versos previamente llorados

por la ciudad donde nací.



Hay que atraparlos, también aquí

nacieron hijos dulces míos

que entre tanto castigo te endulzan bellamente.

Hay que aprender a resistir.



Ni a irse ni a quedarse,

a resistir,

aunque es seguro

que habrá más penas y olvido.